—UkUr fue un escriba muy importante de Babilonia. Escribió tratados sobre leyes, manejo de rebaños y matemáticas. Su fama y argumentaciones hicieron que los poderosos le pidieran consejos. Se cuenta que hubo conspiraciones para sacarlo del juego, pero el rey siempre tenía la última palabra. Según los historiadores, murió en una crecida del Éufrates, pero no hay pruebas de que haya sido así. Desapareció sin dejar rastro.

—Profesor Xavier, ¿no es raro que alguien tan importante haya desaparecido de la noche a la mañana?, ¿qué tal si UkUr es otro Nicolás Bourbaki?, un invento, tal vez.

—Se han encontrado cientos de tablillas que llevan su firma, si es que podemos decir «firma». Difícilmente varias personas hubieran escrito de manera similar, así que esta vez no concuerdo con usted, señorita Gray, la historiografía, en este sentido, no miente. A manera de curiosidad, permítame proyectar esta «marca» con la que UkUr firmaba sus tablillas. Es conocida como el «símbolo de UkUr».



—¿Hay más preguntas? —dice Xavier—.

Un grito, sonrisas y un gran aplauso da por terminada la sesión.


Los antropólogos observan que la disposición de las rocas no coincide con la pendiente de la montaña. Remueven las piedras, y, horas después, una gruta queda al descubierto. Strauss enciende la lámpara y él y sus alumnos entran a la caverna.

Lo que encuentran los deja estupefactos: seis tablillas acomodadas en grupos de dos. Para evitar que las tablillas se quiebren, el profesor las fotografía. Después, el grupo abandona el lugar, cierra la entrada de la cueva y va hacia la universidad de Bagdad.

El procesador analiza las fotografías. Sabe que se trata de escritura cuneiforme. Usando un algoritmo basado en inteligencia artificial recita el contenido analizado.


Advertí que el río arrasaría con parte del reino, pero los confabuladores dijeron que las divinidades revelaron prosperidad y que mis palabras sólo buscaban la caída del gobierno.

Serpientes, venenos, atentados, de todos me salvé. Me fui antes de la crecida del río, del caos, de la revuelta. Preferí morir en las montañas en vez de ser torturado por los aduladores del rey. No tuve hijos ni esposa, la soledad es mi única compañera.

La vejez llegó y mi pecho no es el de antes. Ahora mi respiración es pesada, mis manos son torpes, sé que Nergal clama por mí.




Strauss queda en silencio. Abandona el laboratorio y se monta en el todoterreno para ir a las montañas.

Llega a la cueva y desesperado, quita las rocas; luego de encender un potente foco, entra en la gruta, corre y salta sobre las tablillas. Otras rocas interrumpen su camino, pero las derriba luego de varios intentos. Se interna en la oscuridad y el foco alumbra un sudario.


El antropólogo remueve las telas y encuentra una osamenta. Sobre el esternón de ésta hay una tablilla con un solo pictograma.

Es el símbolo de UkUr.

San Antonio de Escazú, 13 de marzo de 2023

Imagen de Dimitris VetsikasPixabay