Definición

La física cuántica es un campo fascinante y riguroso que ha cambiado nuestra comprensión del mundo. Pero, en la cultura popular, el término «cuántico» lo usan charlatanes que quieren vender desde cremas antiarrugas hasta viajes al Himalaya.

Si agregas «cuántico» a algo, sonará más avanzado y efectivo. ¿Está vinculado tu producto con el principio de incertidumbre de Heisenberg? Con seguridad, no, pero eso no importa mientras se venda. ¿Quieres hacer que algo parezca innovador y avanzado, como si proviniera de un laboratorio secreto de alta tecnología? ¿Quieres que tu restaurante suene más sofisticado o que tu libro se venda más? ¿Que tus conversaciones te hagan parecer intelectual? Solo tienes que agregar la palabra «cuántico» y el trabajo está hecho.

¿Qué significa todo lo anterior en el mundo de hoy? Nadie lo sabe con certeza. Lo cierto es que lo «cuántico» se ha convertido en el comodín lingüístico de nuestra época.

Historieta

Artemio era un charlatán, que, sin tener idea de lo que era la física cuántica, se hizo llamar experto en la materia para agregar la palabra «cuántico» a cualquier cosa que hacía, y, así, sonar más sofisticado y cobrar más dinero.

Un día, Artemio decidió abrir un restaurante «cuántico», con platos como «consomé cuántico», «chicharrones cuánticos» y «tarta de chocolate cuántico». Gracias a las redes sociales y a algunas celebridades, el restaurante se convirtió en el lugar de moda. Aprovechando su popularidad, Artemio escribió un libro titulado «La dieta cuántica, el secreto intelectual», que se convirtió en un éxito de ventas. Pero un día, mientras Artemio estaba distraído planeando su próxima estafa, cruzó la calle y lo atropelló un camión que, por ironías del destino, tenía instalados frenos «cuánticos».

Recuerda, agregar «cuántico» a todo puede hacerte sonar más sofisticado, pero en última instancia, esto no salvará tu vida, en especial, si eres un idiota.

San Antonio de Escazú, 30 de abril de 2023.

Imagen de Roland Schwerdhöfer en Pixabay